El cuerpo entero puede ser un vehículo de comunicación con nosotros mismos. Podemos intuir con el cuerpo. Y lo podemos hacer de muchas formas distintas.
Algunas personas para abrir la veo empiezan con la boca abierta, como si pudieran ver desde el paladar. Esto tendría cierta lógica con la teoría de que la glándula pineal es una de las antenas por donde podemos empezar a captar información. La glándula pineal se forma desde el paladar cuando se está formando el feto. Quizás esta proximidad y la boca abierta ayuden a captar las informaciones sutiles que permiten desarrollar esta visión sin los ojos. Además, cuanto más entrenamiento tienen estas personas, menos necesitan abrir la boca para conseguir la información hasta que logran ver sin los ojos, a pesar de tener finalmente la boca cerrada.
En los años 80 en China, hay muchos informes e incluso libros que hablan sobre la capacidad de ver sin los ojos y cuentan casos de niños y niñas que lograron ver con las orejas. En alguno de nuestros participantes ha sucedido que han tenido la sensación de ver desde el lado. Quizás por el momento, nuestros participantes no han expresado que veían por las orejas, como sí se menciona en estos informes, pero sí comenzaron a percibir todo lo que tenían cerca de sus orejas.
En un taller de iniciación que realizamos para abrir la veo, tuvimos una participante que logró ver el 100% de los colores desde el primer momento, pero solo cuando los tocaba con el codo. Este caso en particular seguramente tenga mucha relación con el tercer camino, la (DOP). No obstante, en este caso, la visión no se produjo con la piel de los dedos, sino con la del codo. Incluso hemos tenido algún participante que experimentó esto mismo con los pies.
Más curioso aún es ver que hay personas que, al tocar una fotografía, expresan con su cuerpo lo que contiene. Por ejemplo, si están tocando la fotografía de un barco, su cuerpo comienza a mecerse como si estuvieran dentro de él. Esto no es un fenómeno aislado, sino que muchos participantes a veces, con los ojos tapados, siguen y exploran las letras, formas y contornos de las tarjetas que les proporcionamos. Parece que sus dedos reconocen perfectamente lo que hay, aunque a nivel consciente los participantes no tengan ni la más remota idea. En estos dos últimos casos, estos fenómenos podrían estar relacionados con el fenómeno de la visión ciega que contamos hace unos años en este otro artículo.
Otra vez pues, para abrir la veo se puede empezar con experiencias de distintas formas. Y por lo tanto cada vez se ve más claro que no podemos acompañar a todas las personas de la mismas forma.






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